- Ordena la tela en las anillas para que no quede retorcida y los dobladillos (bordes) de la tela se vean en ambos lados de las anillas.
- Deja una bolsa adecuada al tamaño de tu cuerpo y del bebé, cuanto más grande sea la bolsa más tendrás que ajustar y más bajarán las anillas (la medida desde tu hombro hasta el hueso ilíaco de la cadera contraria te puede servir de orientación).
- Al empezar, coloca las anillas bien altas sobre tu hombro, casi hacia tu espalda, al ajustar bajarán a la posición correcta (entre el hombro y el pecho, a la altura del omóplato).
- Haz un buen asiento bajo el culo del bebé o niño, procurando que haya tela entre su cuerpo y el tuyo y que la tela salga bajo sus corvas.
- Lleva la tela que queda sin ajustar en tu espalda hacia adelante, para que al ajustar deslice mejor y te cueste menos conseguir la tensión correcta.
- Despliega bien la tela por tu espalda y tu hombro, no dejes nunca la tela sobre tu cuello.
- Ajusta la tela de la cola de la bandolera (el sobrante que sale de las anillas) zona por zona, no tires de toda la tela a la vez.
- Deja siempre un sobrante de tela para cubrir la cabeza del bebé en caso de que se duerma (o si necesita sujeción).
- Eleva las rodillas del bebé para que el peso recaiga en muslos, culo y espalda y no en las corvas.
- Afloja la tensión de la tela, levantando la anilla que queda vista, cuando quieras cambiar de posición, dar de mamar, etc. y después ajusta de nuevo.
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